jueves, 22 de abril de 2010

Tirarse por el balcón: crónica del concierto en FNAC


El pasado 13 de abril de 2010 tuvo lugar en el auditorio de la tienda FNAC de Sevilla el concierto o perforecital, como también se le denomina, de Vicio y las Caninas. La sala se encontraba con el aforo casi al completo por parte de seguidores incondicionales y curiosos que se acercaron para presenciar lo que allí iba a ocurrir. El telón se abría rozando las ocho y cuarto de la tarde al son de campanas doblando a difuntos, fundiéndose el lastimero tañido con La Muerte de Ases de Edward Grieg sonando al piano. A medida que este preludio musical, que se alargaba, inundaba a los asistentes de serenidad y desasosiego, las Caninas hacían su entrada, de forma sigilosa, repartiendo dientes de ajo entre los fieles que allí se congregaban. Ya en el lugar del crimen, colocados en sus puestos, daba comienzo la actuación al finalizar el piano mortecino con el sonido rotundo de un reloj. Mi cabeza en su pared fue el primer tema que interpretaron de forma impecable y rotunda planteando una situación, más que propensa, de atención y expectación a las propuestas sucesivas. Mentira fue la siguiente, en la que "no se deja títere con cabeza" poniéndose todo en duda y bajo sospecha. La temática del paso del tiempo está presente a lo largo de toda la representación, precediendo a numerosas canciones el sonido del reloj. Un tiempo que se malgasta como en La Música del Consumo y en Odio, siendo esta última canción ya un himno de los seguidores viciosos que coreaban su estribillo. Tras El tiempo se va, donde los relojes y el piano vuelven a ser acompañantes de la revisión y reflexión sobre el tópico literario del Tempus Fugit, comenzaron los gemidos que se integraron dentro de los riffs de guitarra de la canción Humo se escribe con h muda, recordando a los asistentes lo efímero de la condición humana, desde el amor y el sexo hasta nuestro físico que acaban convirtiéndose en humo. Exhumado el cadáver de la poesía sobre el escenario, suenan por toda la sala voces de ultratumba que cuentan del 1 al 10, creando un caos lisérgico numérico donde Vicio recitó Somos números. A medida que nos acercábamos al final, el público se encontraba atento, vibrante, receptivo y ensimismado para que Vicio rompiera con Por el balcón, canción que culminó el concierto dejandonos con más ganas de Rock&Roll para la próxima cita. 

Se puede decir que la sensación que transmitieron sobre las tablas fue especialmente buena, estaremos atentos a futuras actuaciones porque Vicio y las Caninas vienen desde abajo con fuerza y con ganas de tocar y hacerlo bien.



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